15.10.09

Mi mente ya está sola con la noche


Aprendí a querer a las tardes de domingo, y abrazar fuerte almohadas.
Aprendí también a dormir sola en mi cama más de una vez por semana, a comprarme chocolates con forma de corazón y regalarme sonrisas en San Valentín.
Aprendí también que sola me gusto mucho más, que la que ríe y llora con distintas sensaciones sigue provocando amor y no tristeza en los demás.
Me di cuenta que lo que más amo en la vida es poder ser yo misma todo el tiempo, que cantar me alivia el alma cuando el temor me toma el cuerpo.
Me di cuenta que no hace falta una coraza ni escudo ni aspis para darme el valor que merezco, sino un gran amor por mí misma para poder salir adelante y con la frente en alto.
Me di cuenta que me rodea mucha gente sincera, que me estrecha su mano y que me quiere, que no hacen falta amores para disfrutar una buena película un día de lluvia.


Me busqué, me encontré, me gusté, y sigo sonriendo.